viernes, 7 de mayo de 2010

Recuerdos

"En el mismo instante en que ese sorbo de té mezclado con sabor a pastel tocó mi paladar... el recuerdo se hizo presente... Era el mismo sabor de aquella magdalena que mi tía me daba los sábados por la mañana. Tan pronto como reconocí los sabores de aquella magdalena... apareció la casa gris y su fachada, y con la casa la ciudad, la plaza a la que se me enviaba antes del mediodía, las calles..." -Marcel Proust, En busca del tiempo perdido
    Hace tiempo descubrí un té que me causa la misma sensación que la magdalena de Proust: es un té con olor a mi madre. Concretamente, huele al maquillaje que se ponía mi madre los domingos, cuando yo aún era muy joven, para ir a ver a su hermana. Huele a una hora de viaje en coche, a cinco hermanos en el asiento trasero de un Ford Scorpio que nunca dejaré de recordar con cariño, a los trucos de magia de mi abuelo con una boina y un garbanzo, a fotos amarillentas que el tiempo no ha sabido cuidar… huele a mi pasado y al pasado de mi familia, a mi tradición y a mi herencia.
    Me obsesiona el recuerdo, el modo en que se almacena un recuerdo. Construimos nuestra identidad en base a experiencias que nos moldean e intentamos guardar en frascos de cristal todo lo que nos ayude a indexarlas, a catalogarlas, desechando todo lo que obviamos o damos por hecho. Sin embargo, en muchas ocasiones, son éstas experiencias frívolas desechadas las que acaban por aflorar con más fuerza e inundan cualquier otro recuerdo. Por ejemplo, a mi madre la recuerdo limpiando carmín de mi mejilla con su pulgar humedecido en saliva. No es que mi madre no sea la mujer que ha estado conmigo toda mi vida, es que ESA mujer, la del pulgar en mi mejilla, es mi madre.
    En fin, no quiero extenderme porque el tema da mucho de sí. Como último apunte, una frase de Jean Cocteau: “Un pájaro canta mejor en su árbol genealógico”.

martes, 4 de mayo de 2010

A Cuadros (II)

Pintado en junio de 2007 como regalo a Juani y Juan Antonio por su santo; en ésta época no tenía claro (aún no lo tengo claro del todo) qué estilos utilizar en un cuadro a color, así que usé esos tres al óleo.
50x70

Personalmente, siempre me ha gustado más la parte del ojo más realista. De hecho, hubo un tiempo en que pensé hacer sólo eso.