domingo, 25 de julio de 2010

Libro de fieltro, página 8

    Vaya, debía estar cabreado cuando escribí algunos de estos fragmentos… nada que no arregle un par de años de olvido. Bueno, en esta página comienzan a apareces fragmentos puramente ficticios. Más adelante habrá páginas enteras que no tengan nada que ver conmigo.


    En los fragmentos de esta página:

    Diferente, no difícil. La espera siempre es larga, pero a veces no llega. Las derrotas hacen la costra de cada herida más dura.

    “Si amas a alguien, déjalo libre. Si vuelve a ti, es tuyo. Si no vuelve, es que nunca lo fue.”

    Alégrate por mí, que aun no he dejado escapar una lágrima. Alégrate por mí, que aun no he perjudicado tus sentimientos con mis palabras. Alégrate por mí, porque cuando eres tú no importa nada.

    Quiero ser aquel al que añoras aunque me tengas (porque me tienes). Quiero ser aquel al que gritas “vete” aunque no esté. Quiero ser el que piensas cada mañana cuando te sientes sola frente al espejo.

    Antes de mirar al techo ya sabía lo que vería: la enorme mancha de sangre. La gota de sangre en mi mano apenas me hizo recordar el crimen.

    Allí, en la habitación de invitados, me sentía más que nunca un intruso. ¿Qué esperaban de mí? ¿Por qué me importaba? Dos preguntas no eran demasiadas preguntas, peor dos respuestas ausentes sí era excesivo.

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